El tétrico Campo de Concentración de Palma Sola, Corralillo, Las Villas.
Mis terribles experiencias como Presa Política.
Estos son dos recuerdos especiales que guardo de Palma Sola, hubiese deseado borrar ambos de mi mente, pero no ha sido posible. Hablé del trabajo en los campos, donde mezclaban hombres y mujeres, hablé de como no se si por previa planificación de una tortura refinada que llevaba el contenido de una gran crueldad, o si por propia iniciativa de aquellas mujeres que necesitaban distracción en un ambiente oscuro y sin estímulos positivos.
Se me hace muy difícil contar estas dos experiencias.
Estaba en el campo, estábamos recogiendo pepinos y melones podridos para las cochiqueras, tenia necesidad de ir al campo, a la manigua, para una necesidad orgánica, no puedo negar que tenia miedo, veía los rostros de aquellos hombres tan alterados por la provocación de las mujeres, pero tenia una necesidad, así que a la manigua me fui, no me había adentrado mucho, solo lo necesario, y estaba bajándome el pantalón cuando sentí aquello, un cuerpo que apretaba el mío, sudado, pegajoso, desnudo, mi primera intención fue gritar, pero el pánico me paralizo, sentí tantas emociones juntas, pero como un relámpago vinieron a mi mente unas palabras de mi hermano Andy, un día el me dijo, ""fíjate estas metida en esto (contrarrevolución), y hay mucho riesgo, mas para una mujer, pueden pasarte muchas cosas, pero ten presente que pueden desde matarte, violarte y otras cosas mas, solo te digo si en un momento intentaran violarte no hagas resistencia, has como si accedes, y entonces trata de tomar el órgano sexual del hombre y tuércelo como si fuera una gallina que estas matando""; así lo hice, me controle y deje al hombre pensar que accedía fuera por pánico o lo que fuera, tome su órgano con mi mano a pesar de tanto asco y pensé en aquello de ""VAS A MATAR UNA GALLINA"" LE DI TANTAS VUELTAS COMO PUDE, NO SE COMO NO SE ME QUEDO EN LA MANO, y salí gritando ""UNA VACA, UNA VACA"", el hombre quedo tendido en la tierra retorciéndose, después de ese día fui aprendiendo a estar 8- 9 horas sin orinar, o me orinaba encima a pesar de la peste, como hacían muchas que quizás habían vivido experiencias semejantes, al regresar del trabajo me bañe tanto como pude, me eche alcohol en la mano y en mi cuerpo, me parecía sentir aquel cuerpo pegajoso y sudado contra mi , me sentía sucia, tenia tanto asco, por años tuve aquella sensación de repulsión, y no tengo como definir en mi, el horror de pensar que pude ser no solo violada, sino morir, me pudieron matar para que callara, aquel hombre era como un bestia, no lo juzgo había sido provocado, excitado, tenia unas necesidades y había reaccionado como un animal cualquiera.
Les repito, es para mi muy difícil contar este incidente, del que nunca hablé ni siquiera con mi familia cuando regrese a mi casa, hubiese sido tan doloroso para ellos conocer esta experiencia, pero lo que voy a contar ahora es mucho mas fuerte.
Casi todos los días había fugas o intentos de fuga de aquellos CAMPOS DEL DOLOR. Una noche se había ido la luz, o la habían quitado, se sentía el ladrido de los perros y algunos disparos espaciados, pasaron unas horas en el albergue de presas del Campo Palma Sola, la tensión se sentía como un peso material, por fin seria como la una de la madrugada cuando llegaron los jeeps, los perros y se convocó a las presas al comedor para que supieran lo ocurrido, el cuadro que vimos allí eran tan doloroso, tan triste, tan horrendo, en el suelo del comedor había un joven tirado, no tenia mas de 19 años, casi no tenia ropa en su cuerpo, estaba todo ensangrentado, a su cuerpo le faltaban pedazos, parecía que le hubiesen arrancado aquellas partes, cerca de el había unos perros de esos que usan los policías, masticaban algo y se relamían los hocicos, las otras presas que llegaron antes que yo comentaban que se habían comido la carne del joven que agonizaba en el piso, este recuerdo esta ahí en mi mente, no creo que lo olvide nunca y duele mucho el corazón al recordarlo.
Este joven había tratado de escapar de Santa Rosa, no era un preso común, era un joven que había sido hecho prisionero en las montañas del Escambray, por eso lo persiguieron con tanta sana, y con tantos efectivos de represión.
Son muchos los detalles que pudiera contar sobre aquella ANTESALA DEL INFIERNO, pero voy a darle fin aquí, al menos por un tiempo, quisiera tanto que estos testimonios, recuerdos que al sacar de nuevo al pensamiento consciente hacen tanto daño como en el momento en que se vivieron, sirvieran de algo para abrir los ojos del mundo al dolor de este pueblo, también quiero decir que se de tantas personas que vivieron experiencias mas duras, mas dolorosas, mas terribles, las experiencias del dolor que vive nuestro pueblo cada día.
Fuente: http://aguadadepasajeros.bravepages.com
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